📍 Este blog está disponible en español e inglés | This blog is available in Spanish and English
Estudiar en Suiza es un privilegio, lo sé.
La educaciĂłn es de alto nivel: los profesores son expertos, los contenidos están actualizados y las metodologĂas son exigentes. Pero nadie me advirtiĂł que ese mismo nivel de calidad tambiĂ©n se sentirĂa, a veces, como una presiĂłn constante.
AquĂ no hay espacio para improvisar. Las entregas se hacen en la fecha exacta, la participaciĂłn cuenta y cada evaluaciĂłn te reta a pensar crĂticamente, incluso cuando no estás seguro de haber entendido todo. Y encima, en otro idioma, con otra cultura, con otra forma de ver el mundo.
Al principio, me sentà muy perdida. Dudaba de mis ideas, me comparaba, me cuestionaba si de verdad estaba lista para esto. Pero fue justo ahà donde empecé a descubrirme.
Me volvà más disciplinada, más estructurada, más valiente. Aprendà a levantar la mano aunque temblara, a escribir con voz propia y a pedir ayuda sin miedo.
Estudiar en Suiza me está formando como profesional, sĂ, pero tambiĂ©n me está formando como persona, como alguien que se atreviĂł a empezar de nuevo, que enfrenta el reto de vivir y aprender lejos, y que, aunque a veces dude, sigue apostando por su crecimiento.
No todos los dĂas son brillantes, pero incluso en los más difĂciles, sĂ© que estoy aprendiendo algo: de mi carrera, y de mĂ.
Gracias por leer hasta aquĂ, te invito a leer mis otros blogs.
Tal vez alguno también te sirva, te acompañe o te inspire.
— Adriana 🌷
__________________________________________________________________________
English version below
Studying in Switzerland is a privilege, I know that.
The education is top-level: professors are experts, the content is up to date, and the academic standards are high. But what no one told me is that this same quality can also feel like constant pressure.
There’s no room for “maybe” here. Deadlines are strict, participation matters, and every assignment challenges you to think critically, even when you’re not sure you fully understood. And all of that… in another language, in another culture, with a completely different way of seeing the world.
At first, I felt completely lost. I doubted my ideas, compared myself to others, and questioned if I was truly ready for this. But that’s exactly when I started to discover who I was becoming. I became more organized, more courageous, more resilient. I learned to raise my hand even when I was nervous, to speak with my own voice, and to ask for help without shame.
Studying in Switzerland is shaping me professionally, yes. But more than anything, it’s shaping me as a person, as someone who chose to start over, who is learning to grow far from home, and who, even with doubts, keeps showing up.
Not every day is perfect, but even on the hard ones, I know I’m learning something — about my field, and about myself.
Thank you for reading this far. I invite you to explore my other blogs — maybe one of them will also support you, stay with you, or inspire you.
— Adriana 🌷
Totalmente de acuerdo. A veces no se habla lo suficiente de ese otro lado del privilegio de estudiar en el extranjero: la presiĂłn constante, las dudas internas y el proceso de adaptaciĂłn que te lleva al lĂmite. Me parece muy valiente reconocerlo asĂ, porque crecer tambiĂ©n es atravesar la incomodidad y seguir avanzando a pesar del miedo. Tu experiencia refleja muy bien lo que significa formarse de verdad, más allá de lo acadĂ©mico.
Es algo muy difĂcil y nostálgico, muchas veces uno se esfuerza en dar lo mejor de uno y aĂşn asĂ piensas que no das lo suficiente, aunque estudiar de por si es un privilegio suele ser una presiĂłn de alcanzar algo más allá de lo suficiente
Excelente mensaje es bueno hacer cambios en la vida y ser mejor en lo que se hace el simple hecho de estudiar en otro paĂs es el reto más grande de la vida Ă©xitos