A lo largo de estos meses haciendo este blog, he querido no solo resaltar las partes desafiantes de este camino, sino las partes buenas, todo lo que este viaje tanto físico como emocional, me ha enseñado. Sin lugar a dudas, si bien los seres humanos estamos en constante cambio, considero que soy una persona completamente diferente, pienso diferente y diría que incluso, siento diferente, desde que soy una migrante.
En este post quiero reflexionar acerca de algunas de las cosas claves que este camino me ha venido dejando:
- Fortalecimiento de la Resiliencia: Migrar a un nuevo país implica enfrentar y superar numerosos desafíos. Esta experiencia ha fortalecido mi resiliencia, enseñándome a adaptarme y prosperar en circunstancias cambiantes.
- Conciencia Cultural: Vivir en un entorno culturalmente diferente amplía la perspectiva. He desarrollado una comprensión más profunda y matizada de las diferentes culturas y costumbres, fomentando en mi una mayor tolerancia y respeto hacia los demás, incluso hacia mi misma.
- Valoración de las Raíces y la Identidad: Al estar lejos de mi lugar de origen, he desarrollado un nuevo aprecio por mis propias tradiciones y valores. Esta reflexión sobre la identidad personal y cultural ha sido profundamente enriquecedora.
- Desarrollo de Nuevas Habilidades y Competencias: La migración me ha impulsado a aprender nuevas habilidades, desde el dominio de un idioma extranjero hasta la adaptación a diferentes estilos de trabajo y comunicación.
- Empatía y Solidaridad: Experimentar de primera mano los retos de la migración ha fomentado en mi la empatía hacia otros en situaciones similares. Sin duda ahora siento una mayor solidaridad y apoyo hacia comunidades vulnerables.
- Valoración de las Oportunidades: Al enfrentarme a nuevos desafíos y oportunidades, he aprendido a no dar nada por sentado, valoro mucho más las oportunidades que se me presentan en este nuevo entorno, mi nuevo hogar.
- Crecimiento Personal: La migración me ha conducido a un crecimiento personal significativo. No solo he adquirido conocimientos y habilidades prácticas, sino que también he experimentado un crecimiento emocional e intelectual, que quizá en otras circunstancias no habría tenido la oportunidad de experimentar.
Para mi, la experiencia migratoria ha sido una experiencia increiblemente transformadora. A través de los desafíos y oportunidades, he crecido mucho como persona. No podría estar más agradecida de todo lo que ha llegado a mi vida, y de todo lo que se ha ido. De todo he aprendido tanto, soy una persona mucho más empatica, más tolerante y más responsable con los sentimientos de los demás y los propios.
Aunque muchas veces me sentí sin salida, hoy luego de 2 años y medio viviendo esta experiencia, haciendo las pases con mi pasado, con las personas que me hirieron, perdonando y perdonándome también, siento que Colombia y mi familia y amigos allá son mi hogar, pero este país y las personas aquí también lo son. Soy y me siento una persona completamente afortunada de tener más de un lugar al que llamo “hogar”.
Gracias por seguir mi blog y ojalá que haya podido ser de ayuda para alguien, sin duda fue de ayuda para mi, así que siempre ¡Gracias!
Posdata: dejo un pequeño video como recap de mi experiencia
